LO
SABEMOS...
Donde nació el cacao quedan las huellas de manos laboriosas de los campesinos que mantienen nuestros finos aromas y auténticos sabores.

En UMAU cacao somos conscientes, valoramos los esfuerzos que en esta familia cada uno de sus miembros refleja a través de historias con sabor. Concebimos que antes de plantar un árbol de cacao, cultivamos vidas y fortalecemos vínculos en comunidad; así, formamos entornos protectores, promovemos una cultura social y ambiental que permite vivir en armonía inspirados por la fauna y flora de nuestras regiones.

HISTORIAS CON SABOR
Así construimos entornos protectores

Sostenibilidad
Social
Contribuimos en la formación del tejido social, respetando el Derecho a la Igualdad de género, el 40% de nuestros colaboradores son mujeres; la inclusión en el mercado laboral, y a su vez, comprometidos con el pago justo a los productores o agricultores de Cacao.
Al mismo tiempo, empleamos una estrategia llamada “Ecosistemas productivos”, orientada a realizar el beneficio del cacao a través de la operación de centros postcosecha en diferentes regiones del país, en donde los productores obtienen rendimientos superiores de sus plantaciones.
Nos importa la TRANSPARENCIA, por eso formamos parte del Proyecto Colco (Colombian Cocoa) en donde vinculamos a los productores con la tecnología, que aplicada a toda la cadena de producción se obtienen parámetros estandarizados para el cultivo desde su inicio hasta la comercialización.
Sostenibilidad
Ambiental
Umau cacao, cuenta con una de las plantaciones de cacao más grandes del país, asumimos el compromiso como gestores activos en la protección del medio ambiente. Por ello contribuimos con la siembra de árboles maderables que apoyen el ecosistema, a través del programa Conexión Jaguar.
Dicho programa es desarrollado por el grupo empresarial ISA (Interconexión eléctrica); en una alianza que nos permite contar con sus dos grandes aliados técnicos “South Pole y la Fundación Panthera”.
El Primero, nos respalda con el proyecto de certificación de bonos de carbono, siembra del sistema agroforestal y recuperación de los suelos de tierras degradadas por ganadería. Mientras que el segundo, en la conservación de animales silvestres, protección de especies en peligro de extinción y el monitoreo de aquellas que han regresado al hábitat gracias a la reforestación del corredor verde como: los ocelotes, chigüiros, paujil pico azul, entre otros; en un espacio que va desde Argentina hasta México, incluido Colombia desde el Magdalena Medio, nuestra área de influencia.
La gran meta, es que a su vez, la recuperación de este ecosistema traiga de vuelta al Jaguar, de quien se han encontrado algunos rastros.